El presente artículo expone la inevitable progresiva decadencia genética del hombre debido a la imposición del principio moderno de igualdad. La selección natural, como ya habían advertido Darwin y muchos biólogos y expertos, actúa en sentido inverso a este principio artificial favoreciendo a aquellos que están mejor constituidos genética, física y mentalmente, mientras que la medicina y la asistencia social salvan a los débiles y enfermos impidiendo el trabajo de selección. El tema es delicado porque pone en duda nuestros principios éticos actuales, que aunque muy bienintencionadas, son en el largo plazo dañinos para la especie. Los argumentos, estrictamente biológicos, proponen el necesario retorno (en el mejor sentido posible) a una sociedad que permita una mayor selección natural con el fin de mejorar el futuro de la especie humana.
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2 comentarios:
Mi estimado cuasi tocayo:
Tu artículo me parece muy enriquecedor desde varios puntos de vista; nunca antes había visto plasmados con tanta claridad y elegancia, este conjunto de argumentos con los cuales me encuentro profundamente en desacuerdo. Y no por razones puramente morales (aunque claro, también), sino principalmente por motivos científicos. Tu interpretación del proceso de evolución me parece excesivamente simplista, y lo que es peor, no concordante con datos empíricos.
Voy a esperar con ansia la segunda parte de tu artículo y, si me lo permites, voy a comenzar a trabajar en una réplica. Tu artículo está tan bien escrito (independientemente de mi opinión personal acerca del contenido) que sin duda será el punto de partida de un interesante debate. Hasta pronto
Estimado Jorge:
Muchas gracias por tu comentario. Te informo que mi ensayo se publicará en 3 partes, así que te recomiendo que esperes hasta que se publique por completo para hacer una crítica en profundidad. Y por supeusto que estoy dispuesto a participar en un fructífero y esclarecedor debate.
George
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